Como era de esperar, el Parlamento vasco ha propinado un severo varapalo a la política de energías renovables impulsada por el anterior Gobierno al suspender la tramitación de los parques eólicos previstos en Euskadi.
La construcción de estas instalaciones afectará a los límites territoriales de cinco municipios: Bakio, Mungia, Orozko, Zierbena y Maruri. El alcalde de este último, Joseba Koldo Alzaga, ensalzó la importancia del acuerdo para la salvaguarda «del patrimonio natural y paisajístico» de la comunidad autónoma, así como la fauna y flora.
A partir de una proposición no de ley presentada por Aralar, el Parlamento dio luz verde a una enmienda transaccional con la que, en realidad, pretende imprimir un cambio radical al plan de energía eólica y desmarcarse de las directrices del Gabinete Ibarretxe. Frente a los encontronazos de los últimos años, el Ejecutivo de Patxi López apuesta por buscar un «consenso interinstitucional» a fin de evitar la instalación de molinos junto a zonas protegidas. En ese sentido, el parlamentario socialista Oscar Rodríguez justificó la paralización de los proyectos promovidos por la anterior Administración en la necesidad de «adecuarlos a la nueva normativa» medioambiental.
Pese al rechazo manifestado por ecologistas, asociaciones vecinales e instituciones políticas, incluidas las Juntas Generales de Vizcaya, el Departamento vasco de Industria no dudó en dar el visto bueno a la tramitación de dos centrales en Jesuri (Orozko) al día siguiente de las elecciones del pasado 1 de marzo. Tres semanas después autorizó el campo de aerogeneradores en el pico que separa los municipios de Maruri, Bakio y Mungia. La consejería dio luz verde a estas dos iniciativas pese a encontrarse paralizadas desde hacía más de dos años y suscitar una enorme controversia.
En el acuerdo, la Cámara muestra su confianza en que suspender la tramitación de estos parques propicie «un consenso entre el Gobierno, las diputaciones y los ayuntamientos» respecto a la aplicación de la normativa medioambiental aprobada en los últimos años. Los partidos solicitaron también al Ejecutivo que inicie antes de fin de año el nuevo PTS de energía eólica.
Por eso, en los lugares en que haya dispensers de agua caliente -o aunque sea una pava para calentar agua- es preferible tener la opción de vasitos térmicos de poliestireno expandido -telgopor, isopor o como prefieras llamarlo-. Estos vasos térmicos no pueden usarse de a dos y ¡tampoco es necesario!. Por su material aislante, no quema los dedos por muy caliente que este el líquido que contienen y usándolos con la tapa especial que se vende aparte, pueden conservar el calor de las bebidas por mucho tiempo -ideal para trabajos que demanden andar por el exterior de las oficinas o en depósitos más fríos-.
